Considerado como uno de los 50 mejores del mundo y entre los primeros de Europa, es el campo perfecto para jugadores de bajo handicap y fuerte pegada.
Se caracteriza por calles muy anchas, un rough extremadamente peligroso – la arena y una vegetación de uña de gato dificultan la salida de la bola y penaliza – y unos greens muy técnicos, con una caída de difícil lectura. Cuando a estos se une el viento de Levante, que frecuentemente lo azota, conseguir el par es todo un reto y un placer difícil de olvidar. Como también lo es cuando por primera vez se sube la ladera del hoyo 5 y el Mediterráneo aparece de pronto.
En 2003 se celebró el prestigioso torneo SEVE TROPHY, además de varios OPEN DE ESPAÑA a lo largo de su historia.
Desde aquí se pueden realizar interesantes excursiones al Parque Natural de la Albufera y a El Palmar, la aldea de pescadores que tan bien retrato Blasco Ibáñez en alguna de sus obras.