Reconocible por el balcón metálico corrido de su fachada y la escalera exterior de acceso, este edificio alberga en la planta baja el horno de cocer pan, con su enlosado de grandes losas de piedra y el viejo horno moruno (utilizado por los vecinos hasta el pasado agosto de 2004), y en la primera planta la barbería y la escuela. De la barbería todavía se conserva una pequeña muestra del instrumental propio de este oficio. La escuela constituye un auténtico museo, pues el aula conserva íntegra la imagen de hace medio siglo, con la decoración propia de la época.