Antigua posada de caballos del siglo XVII, donde los viajeros que hacían el trayecto Madrid – Valencia paraban a comer y a descansar. También es interesante visitarla, ya que el pintor Sorolla, pasó parte de su vida aquí alojado. Reformada en 1955, el restaurante ofrece una ámplia representación de la gastronomía local y regional. Posee ocho habitaciones, todas dobles, y el restaurante, 28 mesas con capacidad para unas 112 personas.